lunes, 6 de julio de 2009

El extraño retorno de...

El viernes pasado, renuente, fui al show de Fobia, Zoé y Jaguares en Guadalajara. No soy muy afecto a los eventos masivos a esa escala (la cifra oficial es de 52,000 personas) porque he aprendido a no subestimar el poder de los necios en grupos grandes o las amenazas meteorológicas, pero el lugar, el horario tempranero y el gafete terminaron por convencerme.

El show era parte de la gira de promoción de la cerveza Estrella, y sinceramente me encanta que las marcas inviertan en el rock, pero mejor aún en rock bien presentado, es decir, en condiciones óptimas para que el artista pueda presentar su show. Si sumado a esto me encuentro con mucha gente con la que he trabajado antes, hace que la aventura valga la pena sin que siquiera haya empezado el evento.

Me perdí casi todo el show de Fobia, que ya los he visto muchas veces, pero me hubiera gustado verlos otra vez. Tienen canciones viejas y nuevas que me gustan mucho.

Zoé dio un gran concierto, y me gusta mucho el diseño de visuales del show. Gabriel Cruz ha hecho un gran trabajo con ellos, pero cada que veo a Zoé no dejo de sentir mariposas en la panza cada que se acerca en alguna rola algún momento que antes era un error frecuente. Ahora dieron un show impecable.
Me encantaría que hicieran mas cosas a 3 voces. Deja te conecto y Vinyl tienen arreglos hermosos a 3 voces, pero el recurso lo podrían aprovechar para convertirse en un sello envidiable de la banda.

La gran sorpresa me la llevé con Jaguares. Soy un gran admirador de Caifanes, son mi secundaria y mi prepa, pero luego del truene nunca escuché completo ningún disco de Jaguares.

La primer sonrisa fue ver a Diego Herrera en los teclados. Me recibió con un batazo en la nariz el hecho de que desde 1993 no tocaba con ellos, y que mi recuerdo de él es bailando con el saxofón en la mano en el video de Nubes, con el pelo negro, y no la persona delgada y canosa que vi 16 años después. Sin embargo, se siente integrado a la banda, como si nunca hubiera dejado de tocar con ellos y sonríe mucho. Se la pasa bien.

La segunda sonrisa vino a partir de la segunda rola del set: Amanece. Primero, porque la rola me gusta mucho y nunca me la esperaba, pero segundo porque Saul sonaba como en el '94 en la gira del Nervio del Volcán. De los últimos shows, en los que la voz se le sentía a punto de morir, ahora la calificación sería de 8 sobre 10 (muy superior a la de la mayoría de los cantantes que andan de gira en este momento). El set tuvo 15 rolas, de las cuales 8 fueron de Caifanes: Amanece, Mátenme porque me muero, Miedo, Detrás de ti, Nubes, Afuera, La célula que explota y La Negra Tomasa.

La tercer sonrisa llegó al terminar el show. Por primera vez en años, disfruté un show de banda mexicana. Tuve un flashback muy fuerte y me vi brincando en el lienzo charro Sergio León Ornelas en Irapuato en el '94 después de trabajar con el grupo abridor, eufórico porque se apagó la luz para que empezara Será por eso. Euforia pura, de esa mezclada con hormonas que no volveré a sentir jamás.

2 comentarios:

Mr. Voda dijo...

Buenos comentarios Kanuto, y más ahora que voy a ir a ver a estos 3 mismo grupos en León, en la misma gira el viernes 10. Me gustó tu reseña, y mucho. Sigue así, muuuuuuuy buen blog, de verdad.

Saludos, y un abrazo!!!!

Alvaro dijo...

Yo tambien fui a ese concierto de Caifanes en Irapuato. Saludos.